La Gran Carretera de San Francisco ha sido recientemente el centro de un gran debate, en el que muchos abogan por que la vía frente a la playa se cierre a los coches y se convierta en un parque a tiempo completo. Los votantes aprobaron la controvertida proposición en noviembre, pero el futuro del parque seguía siendo incierto.
Ahora, la Comisión de Costas ha votado a favor de conceder el permiso para el proyecto, lo que supone un paso decisivo para el nuevo parque. «La aprobación de la Comisión marca un hito importante en la reimaginación de este tramo icónico de la costa como un espacio seguro e inclusivo para la recreación y la conexión con la naturaleza», dijo el Director General de Recreación y Parques Phil Ginsburg en una declaración reciente. «Este momento crucial nos acerca a la creación de un parque que refleje la visión de nuestra comunidad de un futuro sostenible y accesible».
El nuevo parque estará en un tramo de 3,2 km de la Gran Vía, que suele cerrarse al tráfico los fines de semana, lo que permite a peatones y ciclistas disfrutar de la vía ribereña. En la actualidad, muchos sanfranciscanos disfrutan regularmente de esta zona recreativa de 17 acres los fines de semana, con la carretera de arena llena de gente disfrutando de las vistas.
Aunque muchos sanfranciscanos se alegraron ante la posibilidad de cerrar definitivamente la carretera, a los residentes de Sunset les preocupa que el cierre de la carretera provoque un aumento del tráfico en su barrio. En respuesta, la ciudad y el estado han implementado algunos cambios, incluyendo la repavimentación de las carreteras y la adición de nuevas señales para hacer la transición más fácil para los conductores y residentes de la zona.
El proyecto Great Highway se aplica al tramo de carretera entre Lincoln Way y Sloat Boulevard. El nuevo parque no sólo pretende aumentar el disfrute de la comunidad, sino también contribuir a que Ocean Beach esté preparada para el cambio climático a medida que suba el nivel del mar. La Junta de Conservación Costera del Estado de California concedió una subvención de un millón de dólares para ayudar a abordar los problemas climáticos con la Gran Carretera y convertirla en un parque a largo plazo. Los organizadores esperan que el parque abra sus puertas a principios de 2025, pero aún no se han dado más detalles.